29 dic 2008

Alberto Fernández Bañuls muere en Sevilla


Alberto Fernández-Bañuls, catedrático de Lengua y Literatura, murió ayer en Sevilla.
Allá donde estés seguiremos en contacto. Un abrazo con música:


Fuente de la imagen:
http://www.expofoto.com/flamenco/personajes_del_flamenco/slides/Alberto%20Fern%C3%A1ndez%20Ba%C3%B1uls%20.html

23 dic 2008

Feliz Navidad

16 dic 2008

Vicent Van Gogh


Natural de la localidad holandesa de Groot-Zunder, donde nació en 1853, Vicent Van Gogh se inicia en la pintura a los 27 años.
Su primera etapa se desarrolla en Nuenen, entre 1881-84. Este periodo está caracterizado por los colores oscuros y la temática campesina, como podemos observar en Campesinas recogiendo turba, el Tejedor o Paisaje a la puesta de sol, etapa que culmina con Campesinos comiendo patatas.
En otoño de 1885 Vincent se traslada a Amberes, donde le llama la atención la pintura de Rubens. En 1886 se instala con Theo en París y se relaciona con los impresionistas. Trabaja en escenas urbanas como Vista de París desde Montmartre, el Boulevard de Clichy, retratos como el de Père Tanguy o bodegones como Naturaleza muerta con tres libros.
En 1888 Vincent se trasladó a Arles, donde convivió con Gauguin, pretendiendo montar una comunidad de artistas, aunque el experimento fracasó. El vivo colorido y las formas retorcidas caracterizan sus obras de Arles entre las que destacan Catorce girasoles, la Casa amarilla, Terraza de café por la noche o la Silla de Van Gogh.
La tensa relación entre Van Gogh y Gauguin estalla la noche del 23 de diciembre de 1888 cuando Vincent, fuera de sí, se corta el lóbulo de la oreja derecha. Fue trasladado al hospital de Saint-Rémy donde permaneció entre mayo y diciembre de 1889. Obras de la calidad de Noche estrellada, Lirios, Campo de trigo o Autorretrato pertenecen a esta época.
Cuando se le dio el alta médica se trasladó a Auvers-sur-Oise, al cuidado del doctor Gachet, para desarrollar allí su última etapa. La Iglesia de Auvers, Ayuntamiento de Auvers el 14 de julio o Trigal con cuervos son las obras más famosas de esta época final que acabó con el intento de suicidio de Vincent el 27 de julio de 1890, falleciendo dos días más tarde.



Fuente: http://www.artehistoria.jcyl.es/arte/videos/781.htm

4 dic 2008

Texto, objeto semiótico


Partimos, pues, del texto como objeto semiótico o descripción (mediante el metalenguaje) de los discursos que penetran en la sociedad; intentaremos asimismo explicar qué hacen o se proponen los textos con su actividad y dinamismo discursivos; defenderemos, junto a Bajtin (1977: 179) que "... donde no hay texto, tampoco hay objeto de investigación (...)" y que en él -nos referimos al texto- confluyen, se conectan e insertan distintas disciplinas.
En cuanto se refiere al término "texto" ofreceremos, a continuación, algunas observaciones que hemos considerado pertinentes y estableceremos ciertas diferencias en relación con "discurso", ya que ambos constituyen el centro de esta investigación y el objeto de nuestro análisis. En primer lugar, sintetizamos la teoría del doctor Vázquez Medel sobre estos términos:
El término "Texto", al igual que sucede con todas las grandes categorías de la reflexión teórica y del pensamiento, lejos de ser una noción estable que cimiente o funde desarrollos posteriores basados en ella, acaba siendo una disponibilidad terminológica que adopta el significado asignado por cada teoría que, aparentemente, se fundamenta en esa disponibilidad. Por tanto, los problemas que en su uso plantean la polisemia y la homonimia amenazan con minar su valor de fundamentación teórica. A la vez, el carácter de sinonimia con el que ciertos investigadores revisten, por ejemplo, las nociones de texto y discurso complica aún más cualquier consideración. (Vázquez Medel, M.A., 1991-a).
Efectivamente, coincidimos con el profesor Vázquez Medel en que la proliferación de este vocablo indica una gran preocupación de la época, una voluntad de exceder límites y establecer ópticas nuevas en las consideraciones de fenómenos muy diversos, no sólo de índole filosófica o jurídica, sino en su más amplia acepción de índole cultural. Así mismo, nos ha parecido interesante tener en cuenta las opiniones de otros investigadores respecto a estos conceptos pues, como consecuencia de la proliferación de dicho término, su naturaleza "está condicionada por los modos de su producción y reproducción (...), en definitiva, el texto no es una realidad física, sino un concepto límite" (Segre, 1985: 368-369).
Observemos qué dicen G. Gorni, Manuel A. Vázquez Medel y U. Eco a este respecto:
- Gorni, G., (1979: 18-32):En cualquier caso, la noción que se atribuya a "texto" está vinculada al origen metafórico de su uso.
- Vázquez Medel, M.A. (1991-a):
A) La disposición u orden de las partículas (o elementos) que componen un cuerpo o texto, que le dan forma y que, por tanto, lo hacen real y las formas codificadas para emitir mensajes es lo que consideraríamos `textura'. Por tanto, en el estudio de la textura se incluye la caracterización de tipos de textos y de sus diferentes funciones.
B) Que la transformación de significados y sentidos atribuidos al término "texto" provienen de reflexiones tan dispares como las lingüísticas, lógicas, antropológicas, etc. y que esa variabilidad hace problemática su constitución epistemológica desde los postulados de la plausibilidad (construcción hipotética) para la descripción y explicación de su objeto de conocimiento, coherencia y verificación.
Finalmente, recordemos a Umberto Eco (1984: 37) quien, al oponer dinámicamente signo y texto, decía: [...] es cierto que la llamada cadena de significantes produce textos que arrastran el recuerdo de la intertextualidad que los sustenta. Textos que generan, o que pueden generar, diferentes lecturas o interpretaciones, teóricamente infinitas. Se afirma, entonces (pensemos, sin olvidar las distintas inflexiones, en la línea que enlaza al último Barthes con el último Derrida, con Kristeva), que la significación pasa sólo a través de los textos porque los textos serían el lugar donde el sentido se produce y produce (práctica significante).
Así, a pesar de la proliferación del término "texto" y del carácter de sinonimia que ciertos autores -como Lozano, J., Peña-Marín, C. y Abril, G. (1989: 16), le atribuyen con "discurso", intentaremos establecer la diferencia que hay entre ambos conceptos, cuyo denominador de origen es el signo.
Por una parte, el término texto (<> texere), en su sentido original y etimológico, proviene de textus (> texere) palabra latina que equivale a "tejido, entrelazado o contextura". Así, el cuerpo de una obra lo constituye el texto y cada una de las partículas (signos) que lo conforman. De este modo, lo definiríamos como un conjunto, entramado o urdimbre que se construye, a su vez, con otros tejidos o textos, ya sean verbales, visuales o táctiles. Es el producto de un proceso de enunciación, cuyo mensaje puede variar según el contexto y los receptores-intérpretes.
Por otra, "discurso" es el resultado del texto y la perspectiva trascendental que éste pueda tener, considerando los distintos aspectos que conducen al dinamismo textual y los motivos que conllevan a un análisis fluido. Es decir, el conjunto de elementos de la comunicación que se transmiten en forma de mensaje de un emisor a uno o varios receptores. Efectivamente, respecto al discurso, hay conceptos y definiciones bastantes diferentes: "conjunto de palabras con el que alguien expresa lo que piensa, siente o quiere" (RAE: 1992: 537); "exposición hecha en tono ilustrativo por una persona a otra u otras sobre un asunto serio", o "exposición que uno hace a otro, en público, con fines persuasivos" (Moliner, M., 1982: 1.013, vol.I). A nosotros, partiendo de que, efectivamente, el discurso puede entenderse como la exposición de un pensamiento, convicción o teoría que una persona hace con la intención de persuadir a otra (prescindimos de que éste sea o no hecho en tono ilustrativo) y sin olvidar que se origina en el texto, lo que nos interesa son sus diferentes aspectos y significados o, lo que es los mismo, su trascendencia, fluidez y dinamismo.

Fuente de la imagen:
http://literatambo.blogspot.com/2007/05/manuel-machado-dina-paucar-la-muerte-y.html

In nomine patri y otros cuentos (Adrián Huici)

El nuevo libro del doctor en Filología Adrián Huici, In nomine Patri y otros cuentos. Un triunfador que se vuelve invisible; secretos que se esconden tras juegos infantiles; un hombre que, pasados treinta años, encuentra a un antiguo amigo misteriosamente rejuvenecido o un joven que, al despertar, se encuentra con el dueño del sueño que acababa de tener son algunos de los relatos reunidos en esta obra, la cual no dejará indiferente al lector.El realismo mágico es otro de los protagonistas de las diez historias que componen el libro. El autor utiliza este género, a través de desfases cronológicos o juegos oníricos, para expresar su preocupación por diferentes problemas actuales como el drama de la inmigración, el de los excluidos sociales o la vanidad de los grandes progresos tecnológicos.

Escrito en clave de humor, la obra de Huici dejará un sabor agridulce al lector, con historias en un principio incoherentes, pero que encierran una preocupación social por la recurrencia en los mismos errores sociales cometidos una y otra vez, la sombra del fascismo globalizado que se proyecta sobre la cabeza del mundo occidental o la búsqueda desesperada de orden y seguridad.

Adrián Huici nació en Bahía Blanca (Argentina) 1955, es doctor en Filología y profesor titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. La literatura y la comunicación son sus dos vertientes en las que mueve su vida académica. De entre su prolífica obra destaca Estrategias de la persuasión: Mito y Propaganda; El mito clásico de la obra de J.L. Borges o Cine, literatura y propaganda, todos publicados en Alfar, además de numerosos artículos sobre Cortázar, Borges o Saramago.


Fuente:
http://fcom.us.es/blogs/vazquezmedel/2008/11/21/los-relatos-de-adrian-huici/

16 nov 2008

La urdimbre y la trama (Vázquez Medel)


En este volumen se recopila una serie de estudios sobre el arte de narrar que han aparecido con anterioridad en otros de los libros publicados por el autor, en los que se adentra en la escritura de autores como Jorge Luis Borges, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Benet, José Saramago o carlos Fuentes, entre otros. En la obra también se analiza la relación entre dos tipos de discursos: el cine y la literatura, con el análisis de películas como La Celestina; Fuego en Castilla; Gringo viejo; 2001, una odisea en el espacio; y Blade Runner
El catedrático de Literatura Española Manuel Angel Vázquez Medel, autor de la obra, explicó que utiliza como puerta de entrada a la 'Urdimbre y la trama' la narrativa de Jorge Luis Borges, explicó que el lector no está "ante un libro de aluvión, sino que se ha ido entretejiendo a través de las reflexiones realizadas durante mucho tiempo". De este modo, la obra quiere, entre otras muchas cosas, "invitar a la lectura" e incentivar "la función creativa por parte de los lectores".
En cuanto a la estructura del libro, dividido en cuatro grandes bloques, Vázquez Medel señaló que en la primera parte se adentra en las 'Grandes cuestiones de la teoría y el análisis narrativo', a través del relato borgiano titulado 'La escritura del Dios' --recogido en 1949 en el volumen 'El Aleph'--. Asimismo, reflexiona a cerca de la importancia del espacio y del tiempo, así como de las configuraciones del arte de narrar, en lo relativo al poder del mito.
De esta manera, en un segundo bloque, el experto, a través de las "narraciones de hechos y de ideas" de Sánchez Ferlosio, ofrece "pinceladas sobre la relación entre narración y ensayo". En la tercera parte de la publicación, Vázquez Medel analiza textos como 'Las moscas' de Mariano Azuela, 'Trece fábulas y media' de Juan Benet, 'Lisboa Revisitada' de Pessoa y 'El año de la muerte de Ricardo Reis' de José Saramago, entre otras.
El cuarto y último bloque, dedicado a la relación entre dos tipos de discursos: el cine y la literatura, ofrece, según el autor, "una reflexión orientada al futuro", a través del concepto de "transhumanización". Para Vázquez Medel, narrar es mucho más que una actividad cultural, pues "los discursos narrativos no son sólo el soporte de creaciones tan dispares como un retablo, una novela o una película", sino que "narrar es una actividad vital".
En este sentido, citó a Sherezade, protagonista de 'Las mil y una noches' que consigue salvar su vida a través de los relatos, para explicar que "contando o narrando es como aprendemos" y que "todo relato, si está bien entretejido, está hecho con la urdimbre de la vida y con la trama de distintos personajes". En la misma línea, aseguró que las narraciones "nos ayudan a entender mejor la realidad de la vida".
"NARRAR ES, POR PROPIA DEFINICION, UN ARTE"
Así, a tenor del significado "metafórico" del título del libro, el catedrático puntualizó que "la urdimbre es el conjunto de hilos que se colocan en el telar para formar una tela". De este modo, el autor puso de relieve que 'La urdimbre y la trama' son "los hilos con los que tejemos los relatos, es decir, la vida". En la misma línea, resaltó que "narrar es, por propia definición, un arte, ya que procede de la palabra griega tèchne".
Por otro lado, Vázquez Medel puso de manifiesto que no sólo es importante fomentar la "competencia lectora", sino también la creatividad. Así, matizó que, "aunque ya hemos superado la idea de lector como un mero espejo en el que se refleja lo que quiere transmitir el autor", hay que "incitar al arte de la lectura y, a partir de ella, hacer que el lector contemple sus dimensiones creativas".
En el mismo marco, el experto, parafraseando a Sánchez Ferlosio, afirmó que "todo el mundo puede escribir, la escritura tiene una dimensión terapéutica e, incluso, curativa". Finalmente, Vázquez Medel dijo que "armonizar la mano con nuestras ideas, al escribir a la vieja usanza, lleva a la armonía que el ser humano necesita para vivir".

Fuentes:
http://www.lukor.com/literatura/noticias/0506/29145811.htm

Borges y yo


Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren preservar su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.
No sé cuál de los dos escribe esta página.
(El hacedor. Buenos Aires: Emecé, 1960)

DE REGALO, OS DEJO SU VOZ:

15 nov 2008

Anuncios rápidos

9 nov 2008

Salvador Pániker



Interesante entrevista a Salvador Pániker, publicada en la Vanguardia (2 noviembre de 2008)
http://estatico.lavanguardia.es/lavanguardia/docs/20081103/lvg200811020471lb.pdf

Fuente imagen:

Ítaca



15 oct 2008

Nancy Spero y el lenguaje del silencio: un grito a voces



En el estudio de Nancy Spero (Cleveland, Ohio, 1926) todo debe llevar implícito su sentido de rebeldía, el de la autora. Lógico en una mujer para quien la vida no ha sido fácil, como nunca lo es con los fuertes.
No he estado allí, he leído algo; pero observo e imagino... Silencio, recortes de papel, cabezas recortadas y desperdigadas por el suelo.... el silencio habla a gritos para denunciar la injusticia social.

Desde que en 1960 le fue diagnosticada una artritis reumatoide, con sólo 34 años, la energía, la ira y el sufrimiento físico continuo se han convertido para ella en un acicate, y los utiliza de la misma manera que otros artistas emplean los pinceles.
Spero dice que le ha ayudado e influenciado el estilo radical de Artaud, su "musa masculina", quien -según explica ella misma- le ayuda a "desmembrar el lenguaje de la autoridad y a reconfigurar lo femenino". Su sello de madurez lo desarrolla en su serie de papiros desplegados como si fueran escrituras medievales y pinturas funerarias egipcias, claramente inspirados en El libro de los muertos (1550 antes de Cristo), cuyo código de conducta ejemplar está dirigido a aquellos que buscan un lugar en el firmamento. Para Spero, como para los egipcios, el lenguaje es un don divino. De ahí el potencial expresivo del texto en todos sus trabajos (cuya lectura se puede hacer en cualquier dirección o, sencillamente, al azar), su manipulación rítmica y la relación entre palabra e imagen. Afirma: "Artaud me ha ayudado a desmembrar el lenguaje de la autoridad y a reconfigurar lo femenino".

Desde hoy, se expone en el Museo CEntro de Arte Reina Sofía (Madrid): http://www.museoreinasofia.es/museoreinasofia/live/exposiciones/actuales/nancy-spero-disidanzas.html

15 sept 2008

14 sept 2008

6 sept 2008

Monólogo sobre el color "azul petróleo"


Hay un complot urdido por mentes perversas que, reunidas en un lugar secreto, deciden lo que se denomina “tendencias de moda”.
¿Quiénes son sus componentes? ¿Cómo se lo montan? Me imagino, por ejemplo, que llega Paco Rabanne y dice: “Veo, veo que este año se va a llevar el azul petróleo”. Saltan a dúo Victorio y Lucchino: “Eso, eso. Y también los jerséis sin mangas, pero de cuello alto. ¡Qué se jodan!
¡Ea! Pues date por jodida, la moda no es una industria; es una secta dirigida por mentes protervas que deciden cómo hemos de vestirnos: Nos hacen ir con estos pantalones que se abrochan en la rabadilla y nos hacen creer que vamos bien. (Puede que sea para que luzcamos, por narices, esos ridículos tangas que tanto molestan); con esos otros pantalones de pata larga que van limpiando las aceras de las calles.
¿Sabéis qué son las fashion victims? Pues esas personas que han caído en las redes de la secta de la Moda, y ya no se pueden escapar. Ésas que, cuando se acercan a un escaparate, oyen voces en su interior y escuchan: “El poder de la moda te obliga”, “el poder de Dior te gobierna”.

Realmente, me di cuenta del poder que tiene esta secta cuando intenté comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad? Un vestido rojo. Pues no, las tiendas están en el ajo y son las representantes de Dior en la tierra. La escena se desarrolló del siguiente modo:
Entro en la rienda y le digo a una dependienta:
- “Perdona, busco un vestido rojo y no encuentro ninguno”. Ésta responde, entre ofendida y extrañada: “¿Un vestido rojo? Este año no ha entrado nada de ese color; lo que se lleva es el azul-petróleo”.
- ¿Y eso rojo de ahí?
- Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la saco.
Pienso: ¡así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Pero me sorprendo diciendo:
- “Vale, sácame uno azul-petróleo de la talla 38”.
La dependienta me mira como se mira un Fiat Panda desde un todoterreno:
- ¿La 38? Pero si tú estarás entre la talla 40 ó 42.
La miré fijamente como diciendo: “Y tu estarás entre gilipollas y tonta del culo” Pero le dije:
- Perdona, tengo la talla 38.
- No, si ya. Pero es que este año viene la 38 muy ceñida, ¿sabes?
Pensé: ése es el segundo paso de la estrategia de la secta. Disminuir tu autoestima para poder dominarte mejor. Intenté imponerme y asertivamente me dije: Tere, ¡pruébate la 38 aunque te la tenga que meter a rosca!
- Por favor, “sácame una talla 38”
- Si quiere, aquí la tiene.
Cuando me miré al espejo sólo vi una morcilla y otra morcilla… Eso sí, de color azul- petróleo. Y digo yo: si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un kilo, ¿por que la talla 38 no es siempre la talla 38? Si vas al Carrefour, la talla 38 se la puede poner King África; sin embargo, en Versace, la 38 no se la pone ni Melody. Al final, hice lo que hacemos todas: llevármelo. Sí, porque pensé lo que pensamos todas: “Así me obligo a adelgazar”. “Me obligo a adelgazar”. Pero, ¿seremos idiotas? A las dos semanas a lo que estamos obligadas es a regalar el traje a nuestra sobrina pequeña. Vaya, es igual que comprarse unos zapatos del 34 esperando que el pie se encoja.
Ése es otro de los síntomas de que estás entrando en la secta: someterte voluntariamente al sufrimiento físico. Aunque, a veces, cuando todavía no estás abducida del todo, consigues tener un momento de lucidez y decir: “No, no me lo llevo”. Y, entonces, esa enviada del mal que es la dependienta te dice la frase definitiva:
- Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver! Y lo compramos porque como “lo puedes devolver”...
Vaya es como comerte un trozo de moqueta porque “como lo puedes devolver”. Al final, llegué a casa con mi vestido azul-petróleo de la talla 38. Me lo puse y le pregunté ilusionada a mi marido:
- ¿Como me queda?
- Pequeño.
- ¿Si? ¿Me marca mucho?
- Te va a hacer llagas.
¡Ahí, me dije! “Tere, modérate. Ésta es otra prueba. La secta de la moda quiere que rompas lazos con tu entorno”. ¡No, no van a poder conmigo!, pensé. Así que me tiré a la calle y no paré hasta que encontré el único vestido rojo que quedaba en toda la ciudad. Cuando lo encontré, dije “¡Me lo compro! ¡Ja! Salí de la tienda triunfante y con mi vestido rojo. Pero la alegría me duró dos escaparates. Es algo que nos pasa a todas las mujeres: ¿y qué hago yo con un vestido rojo, si este año lo que se lleva es el azul-petróleo?” Oye, que no pude pegar ojo en toda la noche. Tuve pesadillas y todo… Soñé que estaba en una misa negra, me tenían atada de pies y manos y que los grandes gurús de la moda me rodeaban como en Poltergeis. Escucha voces: “Tereee, veeeeen hacia el glamouuuuur”. Desperté empapada en sudor. “¡Vale, está bien! ¡Me rindo!”. Decidí untarme toda entera de vaselina para que me entrara el traje y me presenté en la boda de mi amiga Jessi vestida de azul-petróleo. Cuando llegué a la iglesia me encontré con que íbamos todas iguales... Allí había más azul- petróleo que en una playa del golfo Pérsico.
Ahí te das cuenta de que te han captado, que has entrado en la secta y que, a partir de ese momento, honrarás a Victorio y a Lucchino, no nombrarás a Chanel en vano y amarás a Dior sobre todas las cosas.
Yo que había tardado bastante tiempo en diferenciar algunos colores y comprender que las cosas pueden ser de color rosa-buganvilla, blanco-roto, azul- plomo y gris-día, ahora me enfrento al color azul-petróleo. ¡Yo que pensaba que el petróleo debía ser negro como los cojones de un grillo, ahora parece que no es así! Quizás alguien pueda darme alguna orientación para definir el color “azul petróleo”.
Fuente: sobre texto enviado por mi amiga Ana Rosa J. O.

21 ago 2008

Primero las damas… (escrito por Por Diego Araujo Sánchez)


La ministra de Igualdad de España, Bibiana Aído, armó, semanas atrás, una sonada polémica cuando, en un discurso ante el Parlamento de su país, utilizó la palabra "miembras" para referirse a las diputadas. Tras el escándalo que provocó el intencional dislate, justificó la palabra con la inexacta afirmación de que "miembras" es de uso común en Iberoamérica (la funcionaria había estado poco antes de gira por algunos de nuestros países) y fue más allá: pidió a la Real Academia de la Lengua incluir en el Diccionario oficial esa palabra. Ante las críticas de los académicos, la ministra aludió al tufo machista de la respetada corporación.

Es positiva la voluntad de luchar contra el sexismo en el lenguaje. Pero esa saludable postura cae en excesos que lindan con el disparate. Por ejemplo, si se aboga porque se hable de miembros y miembras del Parlamento, ¿por qué no presionar para que se utilice, en un caso inverso, colegas y colegos, criaturas y criaturos o la víctima y el víctimo, para mencionar unos pocos ejemplos puestos en el tapete por Javier Marías con ocasión de esa polémica? ¿O por qué no incluir también persono y no solo el común persona?

Pese a la afirmación del uso iberoamericano de "miembras", las asambleístas y los asambleístas en el Ecuador (para seguir el uso que incorporan ellos y ellas en el proyecto de nueva Constitución) no llegaron a utilizar esa voz, aunque la buena intención de combatir el sexismo les haya llevado a otros excesos y pintorescas incoherencias.

Algunas decenas de páginas se hubieran ahorrado para paliar la abundancia verbal en el proyecto, si se acogían al principio elemental de economía de toda lengua y no duplicaban, a troche y moche, voces como ciudadanas y ciudadanos (primero siempre las damas, como es de buenos caballeros y caballeras), ecuatorianas y ecuatorianos, ministras y ministros, presidenta y presidente, juezas y jueces, servidoras y servidores, y otras voces por el estilo. Esa lógica se topa con insalvables contradicciones: por ejemplo, si se dice en el proyecto de Constitución que "no podrán ser ministras y ministros de Estado los parientes hasta el cuatro grado de consanguinidad", ¿por qué no señalar también, con ese mismo criterio, a las parientes o, mejor, parientas? ¿O cuando el art. 141 establece que la presidenta o presidente de la República… es el jefe de Estado y de Gobierno", ¿por qué no mencionar también que una u otro son la jefa o el jefe de Estado? ¿O cuando se refieren a los miembros de las FFAA, ¿por qué no echar mano de la voz "miembras" para emular a la ministra española de Igualdad?

En fin, no creo que esas veleidades conviertan en un instrumento más democrático al proyecto de Constitución, como tampoco aseguran que se evite la manipulación por la concesión del voto facultativo a los jóvenes y las jóvenes entre los 16 y 18 años, los integrantes y las integrantes de las FFAA y las policías y, ¿por qué no, los policíos? Peor aun se garantiza la más elemental democracia con las transitorias disposiciones y transitorios artículos del régimen de transición.

Fuente:http://www.hoy.com.ec/NoticiaNue.asp?row_id=301900

11 jul 2008

Acabar con todo (Octavio Paz)

Acabar con todo
Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,oh mundo desangrado,
para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.


Octavio Paz

16 jun 2008

Poética y publicidad en Juan Ramón Jiménez (por Vázquez Medel)


Nos encontramos, pues, ante la circunstancia concreta que promueve la presencia de referencias transtextuales sobre textos y procesos publicitarios: la relación del poeta con New York, especialmente en lo que ésta presenta como dimensiones molestas e inhumanas. Un camino, por cierto, que Lorca transitará con más contundencia, aunque con recursos poéticos bien distintos. En cualquier caso, si la ocasión de esta transitoria relación de la poesía juanramoniana con los textos publicitarios es el choque de nuestro poeta con una ciudad que arroja de sí ciertos modos de experiencia y convivencia humanos, para transformarlos en un proceso de mercantilización absoluta, hemos de preguntarnos también por ciertas claves personales: "Es el gran enfrentamiento -nos dice G. Azam (1983: 302)- entre Juan Ramón y los Estados Unidos". Un enfrentamiento que remite, también, a un peculair momento de su peripecia personal: "El símbolo de la primavera que traduce, de forma particularmente adaptada, su disonancia interior, surge con mucha frecuencia. Desde ahora, no se preocupará por descubrir e interpretar cuanto sucede en el exterior, sino que también buscará su propio renacimiento".
Parece indudable que, nos guste o no, Juan Ramón era incapaz de convertir en sustancia y forma poéticas experiencias que no pasaran por el yo absoluto de una identidad continuamente amenazada. Por tanto, su experiencia y su comunicación sobre la realidad norteamericana -o mejor neoyorkina, habría que decir más precisamente- pasan por su propia experiencia y su realidad personal. Parece, con todo, excesivo afirmar, como hace José Ortega (Cuadernos, 1981: 881) en contraposiciones entre Juan Ramón y Lorca que se sostienen mal que "Desde el plano del compromiso estrictamente social la diferencia entre ambos escritores es notable. Comprometerse con su oficio de escritor, como en el caso de J.R.J., no es actividad incompatible /para Lorca/, como lo prueba Poeta en Nueva York, con la preocupación por el hombre". Creemos que hay que hacer una lectura muy sesgada o promover una interpretación muy parcial -muy de estéticas transitorias superadas- para entender en el Diario cualquier tipo de conflicto entre el oficio de escritor y la preocupación por el hombre. Pero así parece entenderlo José Ortega cuando añade más adelante: "A J.R.J. parece no interesarle los deshumanizantes efectos del materialismo americano, limitándose a captar los signos exteriores del fenómeno de la comercialización, como esas iglesias que anuncian sus productos como otra mercancía, o la luna que se confunde con un anuncio luminoso. Lorca, por el contrario, denuncia apocalípticamente la raíz del mal, mal que identifica con la bolsa neoyorquina, símbolo de una radical deshumanización que exige urgentes medidas". Finalmente, en esta interesante, pero tal vez restrictiva visión contrapone la "problemática sentimental, referida a un 'yo'", supuestamente caracterizadora de Juan Ramón, frente al "dolor y el sufrimiento", "experiencia vital de la que otros hombres pueden beneficiarse", constitutivas del universo lorquiano. Lo que más nos llama la atención es que este artículo al que venimos refiriéndonos, "Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca: dos poetas andaluces en Estados Unidos" quede encabezado por la siguiente cita de Juan Ramón: "Lorca redondeó su jitanismo especial con mucho de lo negro rotundo, y entrevió lo negro de Estados Unidos a su manera esterior". Qué sea interior o qué exterior en la visión de fenómenos negativos es algo que, probablemente, dependa de una determinada perspectiva. Sólo que, en el texto, no nos queda ninguna duda de que Juan Ramón estaba convencido de que su contemplación de "lo negro de Estados Unidos" era más profunda que la de Lorca a la que, por ello, llama "esterior".
Es un error olvidar que el mismo tono de la crítica lorquiana está tan condicionado por su drama interior, por su depresión, por las circunstancias personales que rodean su viaje a New York como en el caso de Juan Ramón. Éste iba al encuentro del amor en un momento de exaltación interior y de reencuentro con su identidad. Lorca iba huyendo del desamor, imbuido en un conflicto con su homosexualidad nada fácil de resolver. Baste que quede clara la contraposición de tonos y actitudes, sin que de ella pueda entenderse ningún juicio de valor ni ético ni estético. Fueron experiencias distintas que se articularon en claves temáticas y estilísticas diferentes.

A modo de (in)conclusión.
En la reflexión que antecede, hemos partido de algunas dimensiones caracterizadoras de la naturaleza cambiante del discurso poético y el discurso publicitario en el desarrollo y la crisis de la modernidad. Confrontados, nos devuelven en ocasiones la imagen de una aparente simetría, en ocasiones el eco de una divergencia que cada uno de nosotros acepta o rechaza, también, desde las redes que nos constituyen en nuestros concimientos, nuestras experiencias, nuestros intereses... desde nuestra enciclopedia, nuestras trayectorias interpretativas, nuestros cánones y reglas axiológicas.
Nos hemos asomado a un momento singular, por tantas razones, en el desarrollo de una experiencia poética y una práctica publicitaria que indefectiblemente nos constituyen. Y no es Juan Ramón Jiménez mal referente (por ser un referente fuerte y a la vez inasible) para el acuerdo o el desacuerdo. Hemos intentado categorizar una experiencia y trazar algunas claves de una experiencia liminar. Aunque el tiempo haya ya podido transgredir en parte algunos límites y habernos retirados espacios de fundamentación de experiencias. Tal vez, al final, sea inevitable preguntarnos qué concluir, o qué hacer, o qué pensar.
Se me ocurre que ya es casi inevitable someterse (otra cosa es si de modo beligerante o resignado, con ilusión o desencanto) a esas estrategias fatales que trazan nuevas lógicas del límite, nos abocan al vacío o a la espectacularización y que abren nuevos espacios de transcendencia: "si el mundo es fatal, seamos más fatales que él. Si es indiferente, seamos más indiferentes que él. Hay que vencer al mundo y seducirle con una indiferencia por lo menos equivalente a la suya (...). A un lado la inercia y el silencio, al otro el desafío y el duelo. Lo fatal, lo obsceno, lo reversible, lo simbólico no son conceptos, ya que nada diferencia la hipótesis de la aserción: la enunciación de lo fatal es también fatal, o no es. En este sentido es un discurso cuya verdadse ha retirado (de la misma manera que se retira una silla debajo de alguien que se dispone a sentarse)" (J. Baudrillard, 1988: 84-85).
Hasta cierto punto he intentado convencerles de que, en el fondo, es esa retirada lo que somete a una radical zozobra (también de formas y procedimientos poéticos) al Juan Ramón que se confronta con la poderosa realidad de Norteamérica del Este. Y en ese desgarrón aflora, simbólicamente, el uso de la publicidad, que ha terminado simbolizándonos, materializándonos, consumiéndonos. Todavía con desagrado, con alguna resistencia. Y ya con una duda que es algo más que retórica.
¿Qué queda? Una pregunta metafísica -esto es, acerca de la esencia real de las cosas- ya sin respuesta: "¿Es la luna, o es un anuncio de la luna?"

REFERENCIAS
Albornoz, A. (1972): "El 'Collage-anuncio' en Juan Ramón Jiménez", en Revista de Occidente, 110. Recogido en Albornoz, A. (ed.) (1980): Juan Ramón Jiménez, Madrid, El Escritor y la Crítica, Taurus, pp. 292-298.
Azam, G. (1983): La obra de Juan Ramón Jiménez, Madrid, Editora Nacional.
Baudrillard, J. (1988): El otro por sí mismo, Barcelona, Anagrama.
Blasco Pascual, F.J. (1981): La Poética de Juan Ramón Jiménez. Desarrollo, contexto y sistema, Salamanca, Universidad de Salamanca.
Greimas, A.J.-Courtès, J. (1979): Semiótica. Diccionario razonado de la teoría del lenguaje, Madrid, Gredos, 1982.
Jiménez, J.R. (1916): Diario de un poeta reciencasado, Ed. de A. Sánchez Barbudo, Barcelona, Labor, 1970.
Ortega, J. (1981): "Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca: dos poetas andaluces en Estados Unidos", en Cuadernos Hispanoamericanos, 376-378 (1981) pp. 875-885.
Predmore, M. (1975): La obra en prosa de Juan Ramón Jiménez, Madrid, Gredos.
Vázquez Medel, M.A. (1982): "Apuntes para una lectura metafísica del Diario", en Archivo Hispalense, 199 (1982), pp. 233-262.
Vázquez Medel, M.A. (1987): "'Etica y Estética en la obra de Juan Ramón Jiménez", en Poesía y Poética. Poetas andaluces del siglo XX, Sevilla, Alfar, pp., 29-41.
Vázquez Medel, M.A. (1991): "Hacia una estilística transtextual de la dialéctica identidad/diferencia", en Stylística. Revista Internacional de Estudios Estilísticos y Culturales, nº 1 (1991) pp. 23-33.

Fuente: Ver texto completo en POETICIDAD Y PUBLICIDAD EN JUAN RAMÓN JIMÉNEZDr. Manuel Ángel Vázquez MedelGITTCUS

http://www.cica.es/aliens/gittcus/manu99.html

11 jun 2008

Eufemismos y lenguaje político




El eufemismo es definido por la Real Academia Española como una “manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”[1], es decir, el empleo de unas palabras para expresar misma realidad que, expresada con otras, tendría un sentido negativo. Por tanto, este rasgo tiene un carácter narcotizante o sedante en la transmisión de un asunto bastante delicado hacia los ciudadanos. Así, por ejemplo, se usan palabras como limpieza étnica para encubrir el asesinato de personas con criterio a sus rasgos raciales, culturales o religiosos. Otros casos podrían ser crecimiento negativo de la economía, estancamiento poblacional, portero de fincas urbanas, efectos colaterales o conflicto bélico.

Entre los eufemismos encontramos distintos tipos. Por un lado, están los formados por sintagmas compuestos por sustantivo más adjetivo o sustantivos unidos por preposición. En esta línea cabe mencionar guerra fría, guerra electrónica, estado tapón y escala horizontal. Por otro lado, se encuentran las palabras simples que se convierten en sinónimos metonímicos; por ejemplo, baja, blanco, batería y jornada. Finalmente, encontramos las abreviaturas que cumplen la finalidad de facilitar la lectura, o bien disimular la nocividad de las palabras abreviadas. Hay que decir que la transmisión de información por vías informáticas ha producido la necesidad especial de disminuir el número de caracteres contribuyendo al desarrollo de las técnicas de abreviación.
La aproximación de Germán Moya explica con más exactitud el empleo de la técnica eufemística en el lenguaje. Así, dice que los eufemismos son términos que recurren a la metáfora dando un carácter mucho más genérico y ambiguo, de forma que vacían el contenido semántico que podríamos catalogar como nocivo de la palabra sujeta; así, la expresión políticamente correcto[2] es un eufemismo para expresar la persuasión positiva en perjuicio de la claridad negativa en las palabras usadas por los políticos. En este sentido, Moya habla del “eufemismo institucionalizado” con respecto a su uso desde las administraciones, por cuanto este eufemismo persigue una función igualitaria y no discriminatoria de algunos términos, lo que no impide que, pese a tener una finalidad en un principio positiva, conlleve una desviación y una confusión en el uso despectivo de dichas palabras malsonantes a posteriori. He aquí algunas muestras:
Desaceleración: crisis económica
Desalerelación moderada: crisis galopante con paro, hipotecas por las nubes, etc.
Traslado temporal de agua: trasvase del Ebro.
Proceso de paz: negociación con...
Soluciones habitacionales: mini pisos o infraviviendas.
Crisis alimentaria: hambre.
Huelgas a machete: huelga en las que todo vale.

Y es que el eufemismo es la mejor anestesia para camuflar la realidad y se ha convertido en todo un tahúr del idioma para no denominar a las cosas por su nombre. Los malabaristas del lenguaje han creado su propio léxico-trampa que le impide llamar al pan, pan y al vino, vino.

NOTAS:
1. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA: Diccionario de la lengua española. Madrid: Real Academia Española, 2001.
2. MOYA HERNÁNDEZ, Germán: “El lenguaje militar. Tabú, eufemismo y disfemismo”. TONOS digital [en línea]. Murcia: Universidad de Murcia, marzo 2001, N.º 1 [ref. de 19 de junio de 2007]. Disponible en Web: .

Fuente del texto:

10 jun 2008

¡Más conocimientos gramaticales y lingüísticos!




Aído propone incluir en el diccionario la palabra 'miembra' tras utilizarla por error. La ministra de Igualdad ha expliado que la palabra 'miembra', que utilizó el lunes en el transcurso de su primera comparecencia en la Comisión de Igualdad en el Congreso de los Diputados, se utiliza en Iberoamérica y planteó incluir en el diccionario este registro. Sin embargo, este término es incorrecto y no puede tener cabida en el diccionario, según ha declarado el académico de la Lengua Gregorio Salvador.

En su comparecencia en el Parlamento, Aído se refirió a "los miembros y miembras de la comisión" y este martes, en 'Los desayunos de TVE', explicó que fue un lapsus provocado por su reciente visita a una cumbre en Latinoamérica "donde se utiliza una terminología similar", aunque añadió: "Pero no descarto que se pudiera incluir" la expresión en el diccionario.

No cree lo mismo Gregorio Salvador: "Eso sólo se le puede ocurrir a una persona carente de conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo. Además, en España no podemos decidir sobre una lengua que se habla en muchos países". Salvador aludió también a las referencias que hizo la titular de Sanidad al 'Consejo de Ministros y de Ministras'. "La lengua es un sistema económico de expresión y el masculino vale en este caso como término neutro que sirve para masculino y femenino", manifestó.

Para este miembro de la RAE, la ministra de Igualdad "debería dejarse de bromas de mal gusto y ocuparse de resolver problemas de desigualdad preocupantes que hay en España, como las dificultades que tienen los padres en algunas comunidades para que sus hijos estudien castellano".
Fuente del texto:
http://elmundo.es/elmundo/2008/06/10/espana/1213098649.html
Fuentes de las imágenes:

8 jun 2008

Música, imagen y más palabras

Demis Roussos (On Ecrit sur les Murs)



Demis Roussos (Mourir auprès de mon amour)


Demis Roussos (Someday Somewhere)

Lo que es hoy y no es todavía

Juan Gelman

Políticamente correctos

2 jun 2008

Identidad y alteridad


Como afirma Vázquez Medel, en el marco de su teoría extendida del texto, "éste se constituye en una retícula de encrucijadas, y es captado y significa, no por su inminencia, sino precisamente por todo aquello que le transciende: desde el código verbal, audiovisual, en que queda cristalizado hasta las determinaciones genéricas que nos permiten adoptar, en relación con él, unas determinadas actitudes y unas concretas expectativas" (Vázquez Medel; 1998: 3). Pero todavía realizamos otra extensión de la noción de 'discursividad' ampliándola a la de "transdiscursividad" que, como señala Vázquez Medel, "no remite a un hecho aislado o que afecte en exclusiva a la relación entre algunos textos y discursos". Es decir "no se trata de que, por ejemplo, descubrimos en unos textos sí y en otros no la huella de otros textos que los hacen posibles o inteligibles.
Por el contrario, todo texto, por su propia naturaleza está abierto y remite a otros textos: unos previstos desde la productividad emisora, y otros postulados por esa reproductividad receptora sin la cual el texto no existe como contenido de conciencia (...). Una lectura será tanto más co-rrecta (...) cuando los discursos a que apela un discurso concreto en dicho lector más se aproximan a la interacción o transcendencia discursiva del discurso que produjo el autor. Por ello, es tan cierto que las palabras significan lo que les hacemos significar, cuando que este hacer-significar no es totalmente arbitrario, sino que está co-rregido por el texto, que de ser muy desplazado de su intentio, daría lugar a una lectura in-correcta, por más enriquecedora que sea" (Ibídem).
En este marco adquiere validez comparar a Borges y Hawthorne no sólo a partir de sus textos sino también a partir de la búsqueda de 'huellas', que nos lleva a realizar un análisis socio-histórico. De esta forma encontramos a Hawthorne escribiendo una ficción pero integrando, como antes señalábamos, aspectos de su vida disfrazados. Asimismo, el interés de Borges por Hawthorne, en otro punto de partida se puede rastrear en su primera juventud, cuando se convierte en el primer intelectual rioplatense que no sólo mira a Francia y España (actitud que tenían la mayoría de los escritores latinoamericanos), sino también al Reino Unido, Estados Unidos y Alemania. Como el propio Borges lo recuerda: "he traducido a Kafka, a Melville y a Bloy", a los que podría agregarle William Faulkner.

Fuentes: La compleja relación entre identidad y la alteridad en Borges y en Hawthorne (II), Víctor M. Silva Echeto y José Gutierrez. En: http://www.henciclopedia.org.uy/autores/VSilvaEcheto/BorgesHawthorne2.htm

Image prestada de MarisaSpaces: http://marisaspaces.blogspot.com/

10 may 2008

Música


Vier Toteninseln para barítono, piano y orquesta, está compuesta sobre los Vier Ernsten Gesänge, de Johannes Brahms, que comenta a partir de sus diversos tonos y estados de ánimo al respecto de la cuestión central de estas dos composiciones: la muerte. Nos cuenta Kalitzke que en un mundo progresivamente secularizado, la muerte como tal se ha ido desplazando del espacio central que ha tenido durante milenios como paso trascendental a una realidad espiritual. En una cultura de lo inmediato y de la divinización de la juventud como la nuestra, la muerte ha comenzado a adquirir unos perfiles borrosos; una vez perdemos la cotidianeidad de su presencia, así como el turbador pensamiento sobre la misma. Es por ello que estas Cuatro Islas de la Muerte suponen, en cierto modo, una música de carácter velado, oscuro; quizás ya no tanto por la muerte en sí, sino por la difícil reflexión que hoy nos depara este hecho, consustancial a la existencia y, al fin y al cabo, metamorfosis final de nuestros caminos vitales. Las Vier Toteninseln de Kalitzke alternan los estados de ánimo más naturales que la muerte provoca en el común de los mortales, y así nos encontramos desde los arrebatos de dolor de fuerte calado expresionista de la primera de las islas a remansos de paz y serenidad como el segundo y cuarto movimientos. En sus cuatro partes, Kalitzke toma textos de autores como Lord Byron o Cesare Pavese, junto a citas del Eclesiastés; conformando un todo palimpsestial que dota de diferentes visiones al sentimiento que genera la muerte en el hombre: desde el deseo ‘erótico’ de la misma, hasta proyecciones de corte onírico




http://www.mundoclasico.com/critica/vercritica.aspx?tipo=D&id=36ff8646-7ea5-4bb1-a29d-d4c5ca962544

25 abr 2008

¿Cambiazo de la lengua por decreto?



Javier Marías ingresará el próximo domingo en la Real Academia Española. El escritor afirma que la lengua no pede cambiarse por decreto.

El Congreso se permitió imponer oficialmente que se tuviera que decir "A Coruña" y "Girona", cuando, si se habla en castellano, lo lógico sería decir 'La Coruña' y 'Gerona'. Intentar que por decreto se diga de una manera que no es la normal, eso es intolerable, es una usurpación de atribuciones y es también algo dictatorial", asegura Marías.
En su casa de Madrid, rodeado de un sinfín de libros y de su curiosa colección de soldaditos de plomo, Marías (Madrid, 1951) adelanta las líneas generales del discurso que leerá el domingo, titulado ‘Sobre la dificultad de contar’; se confiesa "muy pesimista" ante el aluvión de incorrecciones que cometen los hablantes y se refiere a "las presiones" que recibe la Academia para "quitar o poner palabras".
El autor de ‘Corazón tan blanco’, quizá el novelista español actual de mayor prestigio internacional, cuya obra está traducida a unos 40 idiomas, está ilusionado con su ingreso en la RAE, aunque el frac que se exige para la ceremonia no parece convencerle demasiado. "Nunca me he disfrazado de eso", asegura.
En su discurso abordará "la dificultad sobre todo de contar lo acaecido, lo real, lo sucedido", y cita como ejemplo lo que se pretende hacer estos días con motivo del bicentenario del 2 de Mayo de 1808. "Yo vengo a decir que eso es prácticamente imposible". "En realidad, se podría decir que lo único que se puede contar cabalmente es lo que no ha pasado, lo que no ha ocurrido, y ésa es un poco la paradoja del discurso", afirma.
El escritor se muestra "pesimista" sobre el futuro del español y dice que el uso incorrecto de este idioma "es una marea muy difícil de parar, por no decir que es imposible pararla", un problema del cual "los medios de comunicación son en grandísima medida responsables".
Cada vez es más raro que la gente domine la lengua, que la tengan asida. Y no me refiero a personas de poca cultura, que a veces hablan con más propiedad que los ministros". "El otro día oí a una ministra recién nombrada decir lo siguiente: 'Estoy muy contenta de asumir este reto en primera persona'", señala.
¿Pero cómo que va a asumir algo en primera persona? No va a ser en tercera…”, se extraña Marías, para recordar que "las cosas se viven en persona; en primera persona se cuenta algo, se relata". "Y esto en un político. Por favor, vaya usted a su casa y aprenda a hablar antes de ser ministra y antes de ser casi nada", añade.
Otro ejemplo reciente, esta vez de la televisión: en una serie española el escritor escuchó la expresión "entonces, no esperamos por ellos", en vez de "no los esperamos", y afirma que la primera es una traducción literal del inglés "to wait for them". "Los vicios de las traducciones malas se incorporan ya a la propia creación".
El autor de ‘Todas las almas’ se refiere también a "otro peligro" que le preocupa: "La tendencia por parte de diferentes colectivos a querer cambiar la lengua por decreto", entre ellos "los grupos feministas" que ejercen "una gran presión para que se metan palabras en el Diccionario de la Academia" o para que se saquen de él.
La Academia de la Lengua "simplemente registra lo que se dice en la calle", y las palabras se incorporan al Diccionario cuando su uso está comprobado "y tienen ya carta de naturaleza", recuerda el novelista. Entre los términos que las feministas desearían ver fuera del Diccionario, Marías cita "uno de los sentidos de 'mujer pública', cuando equivale a 'prostituta". "Eso les molesta mucho, pero en la lengua ha tenido ese sentido, aunque es injusto porque 'hombre público' no tiene nada que ver con la prostitución".
"Se puede intentar que se use menos, pero querer quitarla del Diccionario es intolerable, algo propio de los dictadores", subraya Marías, para aludir a continuación a los colectivos que pretenden la supresión de palabras que puedan sonar a antirracistas, como "judiada".
Esa palabra, "antipática en sí misma, ha existido y debe figurar en el Diccionario, aunque ahora no se emplee apenas", como tampoco se utiliza mucho "fardar", un término que Marías decía de niño y que defiende a capa y espada.
El ámbito del habla es uno de los más libres que existe, junto con el del pensamiento, y nunca se debe imponer nada", asegura.
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14 abr 2008

¿Quién asesora al Parlamento de Andalucía?


¿Quiénes serán los miembros ("y miembras") que componen el comité de Lenguaje no sexista que asesora al Parlamento de Andalucía? Ocultos en el anonimato y descubriendo su desconocimiento del español hacen las siguientes recomendaciones (El Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía núm. 734, el día 8 de octubre de 2007).

1. Desdobles
Una de las opciones para que la presencia femenina se concrete en los textos o documentos es el desdoble de los sustantivos en singular. Este desdoble no ha de extenderse a los artículos y adjetivos que los acompañan, por ser redundante: se aplicarán las reglas generales de la concordancia y tales palabras deberán aparecer en masculino. Puede también recurrirse a sustituir el adjetivo por algún calificativo invariable que complemente a los dos sustantivos –por ejemplo, «hábil» en lugar de «habilidoso y habilidosa »–, pero esto sólo resulta posible en contadas ocasiones.
Razones también de concordancia hacen que se prefiera el orden masculino-femenino, pues si, en principio, respetando el orden alfabético, podría ser el femenino el primero en aparecer en el desdoble, o incluso cabe la posibilidad de alternar en el orden, se plantean algunas dificultades, ya que el determinante debería adoptar el género del sustantivo más cercano, es decir, el femenino, y no se seguirían las reglas generales de la concordancia. En efecto, siempre que el sintagma va acompañado por algún adjetivo calificativo, o bien en los casos en que tales adjetivos actúen como atributos o predicativos, o en oraciones pasivas, podrían plantearse casos de ambigüedad y entender que el adjetivo sólo modifica al último. Por ejemplo, si se optara por «La Presidenta o Presidente electo prestará y solicitará de los demás Diputados el juramento o la promesa de acatar la Constitución y el Estatuto de Autonomía...», puede crearse la confusión y pensar que «electo» sólo se refiere a «Presidente», además de que parece algo incoherente que en un único sintagma el artículo aparezca con el género femenino y el adjetivo con el masculino.
Otra aclaración que queda por realizar sobre este punto es la aparición, en el desdoble, de un solo determinante. En la mayor parte de los casos, el sintagma que se emplea presenta la siguiente estructura: sustantivo masculino singular + conjunción disyuntiva «o» + sustantivo femenino singular –«el andaluz o andaluza»–, pues ambos nombres, realmente, se refieren a una misma persona –puede ser un hombre o una mujer, indistintamente–. Una excepción a ello se produce, precisamente, en los sustantivos de una sola terminación, como «participante», «solicitante», «portavoz», «adquirente», «vocal», «compareciente», «representante»... Varias son las soluciones que se pueden dar a estos casos.
Una de ellas es la de sustituir el sustantivo invariable por otro en que el cambio de sufijo sirva para indicar el género –ej.: «el rival o la rival» puede sustituirse por «el adversario o adversaria», «el intérprete o la intérprete» puede sustituirse por «el traductor o traductora»–, o bien por un sustantivo común –«miembro», «persona»– acompañado, si es preciso, de un complemento preposicional –«miembro de la Camara»– u oracional –«la persona que comparezca»–. Una variante de esta posibilidad es utilizar el sustantivo desdoblado seguido del sustantivo invariable como adjetivo –«un alumno o alumna representante», en lugar de «un representante o una representante»; «el médico o médica forense» en lugar de «el forense o la forense»–. Cuando ninguna de estas opciones sea posible, deberá realizarse el desdoble con los dos determinantes, para así poder distinguir la forma masculina de la femenina –«el participante o la participante»–. El desdoble en los sustantivos obliga necesariamente a desdoblar los pronombres demostrativos. –ej.: «La Mesa se reunirá a convocatoria del Presidente o Presidenta y estará asesorada por el Letrado o Letrada Mayor, quien redactará el acta de las sesiones y cuidará, bajo la dirección de aquel o aquella...»–. No obstante, por razones estilísticas, es recomendable evitarlos.
Hay detractores del uso reiterado del desdoble, para los que tal procedimiento no hace sino alargar en demasía algunos textos, con lo que éstos pierden fluidez y puede llegar, incluso, a perderse el hilo discursivo. El mensaje se hace pesado y repetitivo, además de atentar contra uno de los principios básicos del lenguaje: la economía. Quienes así opinan consideran, además, que, puesto que, en español, el género masculino es el género no marcado –puede utilizarse con valor específico, significando el sexo masculino, o genérico, significando la clase o categoría, tanto si empleamos el sustantivo en singular como si lo usamos en plural, y más, incluso, en este último caso–, no se hace sino un uso correcto al emplear el sustantivo en masculino para abarcar ambos géneros.
Con todo, cuando se desee mostrar lingüísticamente la presencia femenina en igualdad de condiciones con la masculina, es preciso sacrificar la economía. A este fin, el desdoble se manifiesta, realmente, como un procedimiento muy adecuado, particularmente en los textos jurídicos, puesto que el principio de seguridad jurídica impide sustituir determinados términos por otros más genéricos que pudieran dar lugar a ambigüedad o inconcreción. En cualquier caso, si el argumento esgrimido por quienes prefieren no utilizar el masculino genérico es que es recomendable evitar en cualquier circunstancia el ya citado «salto semántico», se observa que al menos las disposiciones de carácter general no suelen plantear problemas en ese sentido, pues la mayoría de las referencias se hacen a clases o categorías, no a personas en concreto, tanto cuando los sustantivos aparecen en singular como cuando aparecen en plural. A pesar de ello, si por razones estilísticas no se viera recomendable el uso de desdobles –el texto resultante podría llegar a ser muy farragoso–, se mantendrá el masculino plural como genérico.
2. Utilización de sustantivos genéricos o colectivos
En nuestra lengua existe un buen número de sustantivos, individuales y colectivos, que, con independencia de su género, hacen referencia tanto a hombres como a mujeres. Son los casos, por ejemplo, de «persona», «miembro», «asamblea», «grupo»... Su empleo hace perder precisión a la oración en que se insertan, pues su significado será siempre más amplio e indeterminado que el de los sustantivos que se pretenden sustituir.
Para poder hacer uso de ellos se ha de acotar su significado, acompañándolos con algún complemento adjetival –«el personal funcionario»–, preposicional –«un miembro de cada curso en representación del mismo»– u oracional –«las personas que soliciten»– que especifique su contenido, aunque en ocasiones sea necesario, en aras de la exactitud, alterar un poco el orden de la oración.
3. Empleo de perífrasis
Se define como «perífrasis» cualquier giro, expresión o conjunto de palabras empleadas para expresar algo que puede decirse de un modo más conciso –el caso de «personas interesadas» por «interesados»–. Con tales circunloquios pueden evitarse participios en masculino –«para su elección», en lugar de «para ser elegido»– que podrían resultar demasiado marcados.
Se pueden emplear también perífrasis, con la intención generalmente de evitar desdobles, en las fórmulas de remisión, empleadas con cierta frecuencia en los textos normativos, siempre que no den lugar a ambigüedades ni confusiones.
4. Construcciones metonímicas. Nombres abstractos de acciones o cualidades
La metonimia es un tropo que consiste en designar una realidad con el nombre de otra, tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etcétera.
Para evitar el masculino genérico, se puede, en determinadas circunstancias, utilizar dicho tropo y aludir, por ejemplo, al nombre del órgano, puesto, profesión u oficio que se posee en el lugar del titular del mismo o la persona que lo desempeña. Se ofrece así la posibilidad de evitar muchos desdobles –«la Presidencia» por «el Presidente o Presidenta» «Jefatura» por «Jefe o Jefa», «abogacía» por «abogado o abogada»–. Sin embargo, tales nombres abstractos no son sinónimos de aquellos otros que se intenta evitar, sin perjuicio de que a veces se utilicen como tales, por lo que este recurso ha de emplearse con sumo cuidado.
También resulta factible la posibilidad de emplear nombres abstractos de acciones o cualidades –en lugar de «hará constar el autor o autora de la iniciativa» puede emplearse «hará constar la autoría de la iniciativa», o, en lugar de «habrán de proponer sus candidatos», «habrán de proponer sus candidaturas»–.

5. Uso de pronombres sin marca de género
Un modo de evitar la marca masculina en el pronombre relativo «que» precedido por «el», «los», «aquel» o «aquellos», así como en otras oraciones relativas –«los aspirantes que no fueran admitidos»–, es sustituir dichas formas por las invariables «quien» y «quienes» cuando se refieran a un sustantivo de persona –«quienes no fueran admitidos»–. Es un recurso que puede manejarse con bastante frecuencia siempre que el antecedente quede perfectamente definido y no dé lugar a confusión. Evidentemente, los términos que lo complementen, como el participio del ejemplo anterior, han de aparecer, siguiendo las reglas generales de la concordancia, en masculino.
Con estas expresiones se evitan también algunos sustantivos en masculino procedentes de participios de presente, con una sola terminación y, por tanto, problemáticos para ser desdoblados –«quien la haya solicitado» por «el solicitante»–, y de pasado –«quienes resulten elegidos» por «los elegidos»–.

6. Omisión del sujeto. Utilización de estructuras con impersonal, formas de pasiva y formas no personales del verbo
Ya se ha comentado cómo la particular necesidad de precisión y exactitud de los textos jurídicos impone una estructura oracional bastante cerrada. Por eso, en dichos textos el sujeto no se ha de omitir: cada artículo y cada apartado deben tener sentido completo. Sí cabría la posibilidad de realizar dicha supresión dentro de un mismo párrafo, o bien cuando el contexto haga referencia de un modo claro a la persona o personas de las que se habla. Por ejemplo:

«Ningún Diputado podrá hablar sin haber pedido y obtenido del Presidente la palabra. Si un Diputado al ser llamado por la Presidencia no se encuentra presente...» (art. 76.1, RPA)
«Ningún Diputado o Diputada podrá hablar sin haber pedido y obtenido la palabra. Si [...] al ser llamado por la Presidencia no se encuentra presente...»


En algunas ocasiones sí es posible prescindir de la referencia directa al sujeto recurriendo al «se» impersonal o a formas de pasiva. Puesto que en estos casos el agente de la acción queda oculto, sólo se omitirá en los supuestos en que dicho agente quede explicitado de algún otro modo, normalmente porque ha sido reseñado con anterioridad y su referencia queda muy cercana. Por ejemplo:
«Los derechos y prerrogativas serán efectivos desde el momento mismo en que el Diputado sea proclamado electo. Sin embargo, celebradas tres sesiones plenarias sin que el Diputado adquiera la condición de tal...» (art. 5.1, RPA)
«Cuando el usuario solicite la devolución, deberá adjuntar la fotocopia de la licencia. Si el usuario no la solicitara…»
«Los derechos y prerrogativas serán efectivos desde el momento mismo en que el Diputado o Diputada sea proclamado electo. Sin embargo, celebradas tres sesiones plenarias sin que se adquiera la condición de tal...»
«Cuando el usuario o usuaria solicite la devolución, deberá adjuntar la fotocopia de la licencia. Si no se solicitara…»


Otra forma de evitar la alusión al sujeto consiste en emplear las formas no personales del verbo de modo absoluto, que será posible siempre que quede explícito de alguna otra forma. Por ejemplo:
«Cuando, a juicio de la Presidencia, en el desarrollo de los debates se hicieran alusiones que implicasen juicios de valor o inexactitudes sobre la persona o conducta de un Diputado, podrá concederse al aludido el uso de la palabra por tiempo no superior a tres minutos, para que, sin entrar en el fondo del asunto en debate, conteste estrictamente a las alusiones realizadas. Si el Diputado excediera estos límites...».

«Cuando, a juicio de la Presidencia, en el desarrollo de los debates se hicieran alusiones que implicasen juicios de valor o inexactitudes sobre la persona o conducta de un Diputado o Diputada, podrá concederse a la persona aludida el uso de la palabra por tiempo no superior a tres minutos, para que, sin entrar en el fondo del asunto en debate, conteste estrictamente a las alusiones realizadas. De exceder estos límites...»

7. Empleo de determinantes sin marca de género
El uso del posesivo de tercera persona en lugar del artículo es también una posibilidad utilizada en los casos en que el sustantivo tiene una sola terminación. Se evitan así algunos desdobles, que, además, exigirían el empleo del artículo en ambas formas. Por ejemplo:
«Son causas de pérdida de la condición de Diputado:
1.º La anulación de la elección o de la proclamación del Diputado mediante sentencia judicial firme.» (art. 19, RPA)
«Son causas de pérdida de la condición de Diputado o Diputada:
1.º La anulación de su elección o de su proclamación mediante sentencia judicial firme.»
Así se evita también el adjetivo sustantivado «mismo» con sentido anafórico, cuyo uso no es recomendable, pues siempre es posible sustituirlo por un demostrativo, un posesivo o un pronombre personal.
Otra forma de evitar el abuso del masculino consiste en emplear, junto a sustantivos de una sola terminación, determinantes sin marca de género, como, por ejemplo, «cada» o «cualquier» –«ej.: cada participante»–.

8. Otros recursos
También es posible eliminar alusiones sexistas en un texto acompañando al sustantivo de persona en plural de alguna aposición explicativa que clarifique que el masculino está utilizado de modo genérico, impidiendo, de ese modo, otra interpretación. No es más que una variante del desdoble, en la que al sintagma nominal se une una complementación entre comas donde queda explícita la dualidad de sexos. Es el caso de «los trabajadores, tanto mujeres como hombres...».
Otra variante del desdoble, la barra –señor/a–, puede ser solución viable únicamente en impresos, formularios o documentos análogos, ya que el resultado que se obtiene con ello no es luego fácilmente legible. De cualquier modo, cuando la alternancia de género no se señala con el cambio del sufijo –o/-a, sino con sufijos o incluso palabras diferentes, han de aparecer ambos términos separados por la barra –actor/actriz, varón/hembra–. (VÉASE LA PÁGINA 30, PRIMERA COLUMNA DEL BOLETIN OFICIAL)

Firma: La Presidenta del Comité, María del Mar Moreno Ruiz